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¿Por qué nos gusta tanto Cabañeros?

Porque es un lugar único en la península. Son 40.856 hectáreas situadas al noroeste de la provincia de Ciudad Real , acostadas junto a la vertiente Sur de los montes de Toledo, alejadas de todo y donde sientes plenamente la llamada de la Naturaleza.

Porque tiene una historia reciente muy curiosa. En los años ochenta el estado compró fincas para hacer un campo de tiro para el ejército lo que provocó una protesta de conservacionistas y un efecto boomerang: del uso militar, a parque natural y más tarde a parque nacional, la mayor figura de conservación medioambiental en España.

Por la amplia posibilidad de rutas para realizar senderismo, bien marcadas y de diferente duración: sendero del chorro de los Navalucillos, sendero de la Viñuela, sendero del Boquerón de Estena…

Porque su nombre evoca la dura vida de los carboneros y molineros que vivían en estas tierras refugiándose en primitivas cabañas de piedra, cuyos restos todavía se pueden encontrar diseminados por el campo.

Porque la riqueza paisajística es portentosa. Dentro del parque se distinguen dos zonas: las rañas: las vastas extensiones llanas que un día soportaron la explotación agrícola, y que hoy están salpicadas de encinas, quejigos y alcornoques, como una dehesa que se extiende hasta las estribaciones de las montañas, que conforman el otro espacio, donde los bosques de quejigos y rebollos conforman un espacio húmedo y mágico, muchas veces invadido por las brumas.

Por la facilidad de ver mamíferos como ciervos y venados, jabalíes o zorros; imponentes aves como los buitres negros o leonados, halcones, cernícalos o águilas como la singular águila imperial.

Porque las carreteras secundarias que rodean el parque están vivas. Coloreadas con los pigmentos de la naturaleza y el paso del tiempo, son rústicas, crece la hierba en sus medianas…y te conducen a lugares insospechados y maravillosos, como la CM-4157. Animaros y conducid por sus curvas entre bosques y barrancos.

La conservación del parque está muy cuidada. Hay lugares que sólo puedes ir acompañado por guías, que contagian su amor por la Naturaleza y sus conocimientos en zoología, botánica, geología…Te hacen fijar en los pequeños detalles, en cómo cambia el parque con las estaciones…seguro que acabarás siendo más sabio y valorarás otra vida alejada del ruido de las ciudades.

Son imprescindibles las respetuosas visitas guiadas en todoterreno; conviene reservar con antelación.

Por la tranquila vida de los pueblos que se abren al monte y donde las fragancias de las jaras, el espliego o el tomillo inundan las calles de esta humilde localidad.

Un ejemplo es Alcoba un pueblo auténtico, donde los bares sirven buenas tapas con la cerveza y puedes alojarte en la muy recomendable posada del Corralón de Cabañeros (https://www.posadadelcorralon.com/ ).

Para más información: http://www.visitacabaneros.es/index.php

¡Hasta pronto!